Luna de miel, luna de Milei

Las medidas anunciadas por el equipo de Javier Milei y su comportamiento frente a la catástrofe natural, que se llevó 13 vidas en Bahía Blanca, siembran la duda sobre cuánto durará la aprobación del pueblo al gobierno de La Libertad Avanza.
Javier Milei fue insultado por los hinchas de Boca Juniors cuando fue a sufragar a la Bombonera este domingo. Horas después, el mandatario llegó a Bahía Blanca vestido con una campera militar y recibió una ola de críticas, tanto por su atuendo como por las pocas respuestas concretas que brindó a los bahienses, luego del desastre que afectó a la ciudad. En una semana como presidente, el libertario se llevó por delante la pulsión de la realidad, y la famosa luna de miel que tienen los nuevos gobiernos inició, quizás prematuramente, su espiral de decadencia”, indicó Jorge Fontevecchia en la apertura de Modo Fontevecchia, por Net TV, Radio Perfil (AM 1190) y Radio Amadeus (FM 91.1) del lunes 18 de diciembre del 2023.
El término “Luna de miel” procede de las antiguas costumbres nórdicas del siglo XVI, en la que los recién casados solían beber dulce hidromiel, también llamada aguamiel, durante la primera luna llena luego de la ceremonia nupcial.
En política se utiliza este término para describir los primeros meses de relación entre un gobierno y su pueblo, en el que la percepción social debiera ser tan benévola y dulce como el licor. Macri, en su libro “Primer tiempo”, se lamentó por no haber avanzado más con las reformas que quería realizar durante este periodo y le recomendó a Javier Milei “gastarse” la luna de miel de su gobierno con las principales iniciativas que quiera implementar.
¿Habrá terminado tan rápido la luna de miel del Gobierno con el temporal que afectó este fin de semana a varias ciudades del país? Milei cometió dos errores comunicacionales en relación a este terrible hecho que le costó la vida a 14 personas en Bahía Blanca. Por un lado, decidió retrasar su viaje para votar en las elecciones de autoridades de Boca por la lista en la que estaba Mauricio Macri, lista que además perdió por amplio margen. Por otro lado, una vez que llegó a la ciudad, le dijo a los damnificados de Bahía Blanca que no iba a ayudarlos con los recursos económicos del Estado Nacional.
Milei fue fuertemente repudiado por hinchas de Boca que respaldaron la lista de Juan Román Riquelme, que terminó siendo el contundente ganador de los comicios. Mientras Milei se expuso a los insultos, Macri, de viaje por Arabia Saudita, no estuvo presente en la Boca, evitándose un momento similar. “Aguante Boca” le gritaban al libertario los hinchas simpatizantes de Riquelme.
Luego de la tragedia en el Club Bahiense del Norte, dónde murieron 13 personas luego del derrumbe del techo, el Presidente manifestó a los vecinos que “ustedes van a lograr resolver esta situación de la mejor manera posible con los recursos existentes”. El temporal mismo contradice las declaraciones de Milei contra el cambio climático. El mandatario había dicho en el debate presidencial y otras apariciones públicas que el cambio climático era un “invento de los socialistas para recaudar fondos y financiar vagos”.
Paralelamente a todos estos hechos, el gobierno de Milei tuvo su primera renuncia. Se trata del subsecretario de Medios, Eduardo Roust, quien explicó su salida del Gobierno a través de un comunicado.
Esta crisis comunicativa sucede luego de las primeras consecuencias de la devaluación. Los aumentos de precios no se hicieron esperar y se empezó a evidenciar en las góndolas de los supermercados y en las carnicerías la pérdida de poder adquisitivo de los argentinos.
Al silencio de la primera semana de Milei en el poder, se suma el hecho de que toda la comunicación del Gobierno parece haber entrado en una crisis. No siempre está claro quién dice las cosas y por qué, más allá del rol de vocería que asumió Manuel Adorni. En el programa de Mirtha Legrand, el propio Adorni padeció parte de esta desorganización y fue víctima de la poca claridad con que se dicen las cosas desde el Gobierno. “La fiesta hay que pagarla, y acá se terminó porque el sistema está agotado”.
Según un sondeo de opinión de la consultora Zuban Córdoba, si suben fuertemente las tarifas de luz y gas y las jubilaciones pierden poder adquisitivo, la imagen positiva con la que comenzó la gestión, por encima de los 65 puntos, de aprobación podría bajar al 33%. Es decir, se ubicaría en el tercio que lo votó tanto en las PASO, como en las generales. Estas medidas ya fueron anunciadas por el ministro de Economía, Luis Caputo, cuando se refirió a la baja de los subsidios a la energía y otras medidas que son contempladas en la nueva Ley Ómnibus que se espera para esta semana, como el cambio de fórmula previsional.
Otra parte importante de la agenda del Gobierno es la que está llevando adelante la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, quien impulsa un protocolo para regular los piquetes. “El que las hace, las paga”, indicó la ex precandidata a presidente en su conferencia de prensa. Sectores del kirchnerismo y la izquierda desataron una polémica sobre el protocolo impulsado por Bullrich al plantear que es inconstitucional. Según dirigentes piqueteros, como Eduardo Belliboni, la Constitución, mediante el artículo 14 bis, garantiza el derecho a la protesta y una disposición de un Ministerio no puede estar por encima de la Constitución.
Roland Barthes tiene un reconocido escrito llamado “El usuario y la huelga”. En este texto, el semiólogo y filósofo francés explica cómo muchas veces se opone artificialmente al usuario del transporte público o al automovilista al huelguista o piquetero, podríamos decir nosotros. Unos no tienen nada que ver con otros y el motivo del piquete o la protesta es omitido. Simplemente se reduce la protesta a un asunto vial en el que los huelguistas perjudican a los usuarios. La mitología para Barthes es vaciar de significado a un término y asociarlo con otros significantes para cambiarles el sentido. En el caso del piquete, si vaciamos su significado y lo pensamos como simple obstrucción de tránsito o delito, lo alejamos de su significación histórica y social y lo acercamos a una mera molestia a quien está yendo a trabajar, que seguramente nunca haría un piquete.
El próximo miércoles 20 de diciembre habrá una movilización convocada por la Unidad Piquetera y se probará si el Gobierno tiene el consenso para poder desalojar o si, por el contrario, la luna de miel ya se terminó y la sociedad no verá con buenos ojos una medida tan insensible con quienes están sufriendo las consecuencias del ajuste.
Se espera un fin de año con muchas novedades económicas. Anuncios que implicarán no siempre buenas noticias y el desafío comunicacional no es menor. En las democracias, las formas también son el fondo. Y muchos necesitan de una comunicación precisa y empática, a fin de acompañar su brindis de fin de año. Ya sea con hidromiel, sidra con pan dulce, como en los tiempos del primer peronismo o, incluso, con sushi con champagne.
Fuente: Perfil