En un extenso debate y con fallo dividido, la Corte resolvió que Lula puede ir preso
El Supremo Tribunal Federal (STF, corte suprema) alcanzó la resolución en los primeros minutos de hoy, merced al voto de su presidenta, Cármen Lúcia Antunes, después de que la votación de los 10 restantes jueces terminara empatada con cinco opiniones favorables a admitir el recurso y cinco proclives a rechazarlo.
El debate comenzó en la tarde de ayer y se extendió no solo porque cada uno de los 11 jueces debió fundamentar su voto, sino también porque sufrió varias interrupciones para considerar reclamos de la defensa del exmandatario.
La última de esas pausas, sobre el filo de la medianoche, fue para determinar si correspondía que, ante el empate 5-5, desequilibrara Antunes, quien sometió la cuestión al voto de los magistrados.
Los jueces Edson Fachin, Alexandre de Moraes, Luis Roberto Barroso, Rosa Weber y Luiz Fux votaron a favor de rechazar el hábeas corpus, mientras Gilmas Mendes, Dias Toffoli, Ricardo Lewandowski, Marco Aurelio Mello y Celso de Mello se pronunciaron por admitirlo.
El voto clave fue el de la ministra Weber, de quien se esperaba que se inclinara por admitir el recurso y, sin embargo, dio el golpe de gracia a las aspiraciones de Lula con un argumento contradictorio: explicó que votó para respetar la jurisprudencia instalada por el STF en 2016, que ella misma rechazó en su momento.
Lo que estaba en juego es si en Brasil un condenado en dos instancias -como Lula- puede ser detenido, como lo resolvió la corte en 2016, o debe esperar a que el fallo esté definitivamente firme luego de todas las instancias, como marca la Constitución.
Tras el voto de Weber, manifestantes del Partido de los Trabajadores (PT) de Lula y movimientos sociales levantaron sus actos frente al Congreso Nacional.
La decepción también abarcó el ímpetu militante que había en el Sindicato de Metalúrgicos de Sao Bernardo do Campo.
El propio Lula abandonó las instalaciones del sindicato poco antes de la medianoche, tras permenecer allí unas 12 horas, y se retiró a su casa de Sao Bernardo do Campo, acompañado por militantes del Movimiento Sin Techo y de la Central Única de Trabajadores.
En San Pablo, cerca de la Avenida Paulista, la zona más rica de la ciudad, se escucharon bocinazos, y grupos derechistas como Vem para Rua y Movimiento Brasil Libre pidieron celebrar el voto de Weber, que cambió la tendencia del tribunal.
Los bocinazos volvieron a repetirse una vez que se conoció el resultado definitivo de la votación.