Un chofer bajó del colectivo a una niña discapacitada porque “le molestaba la silla de ruedas” en Mendoza

Una madre mendocina y sus dos hijas se vieron obligadas a bajar de un colectivo porque la silla de ruedas que utiliza la menor “molestaba” al chofer. El episodio fue difundido por la mujer en sus redes sociales y se viralizó en cuestión de horas.

El episodio ocurrió el martes cuando Carolina Sarmiento, de 28 años, tomó en Luján de Cuyo el colectivo de la línea 464, interno 37, para ir hasta el Hospital Lencinas, en Godoy Cruz, al turno de rehabilitación de su hija Lena, de años años, que nació con espina bífida y padece la enfermedad Mielomeningocele con malformación de Arnold Chiari. Lena no tiene sensibilidad en sus miembros inferiores y carece de movilidad. Además, sufre de hidrocefalia.

Como la niña está cada vez más grande, Carolina ya no puede llevarla en brazos y optó por la sillita, acompañada por su otra hija de 9 años.

Desde el comienzo, el chofer le puso reparos a subir con la sillita de la pequeña, por el “poco espacio” en la unidad. Según contó Carolina, el trabajador no quiso abrirle la puerta trasera para subir la silla y le pidió que se tomara un micro con rampa. En ese momento, los pasajeros le pidieron al hombre que las llevara.

A los 10 minutos del viaje, finalmente por agotamiento en la discusión con el conductor, la mujer se vio obligada a descender del micro. “Se la pasó diciendo que la silla molestaba a los pasajeros”, recordó. No sólo perdió la sesión profesional para Lena, sino que su marido tuvo que dejar de trabajar para ir a buscarlas.

Discriminación

Tras la fuerza que tomó el posteo, la madre decidió radicar la denuncia en el Instituto Nacional contra la Discriminación (Inadi) y en la Defensoría del Discapacitado. En tanto desde la empresa donde trabaja el conductor le pidieron disculpas a las afectadas y aseguraron que tomarán medidas contra el trabajador.

Por su parte, el titular de la Secretaría de Servicios Públicos de Mendoza , Natalio Mema confirmó a LA NACION que se inició una investigación y la compañia deberá responder ante posibles sanciones.

“Sólo quiero defender el derecho que tiene mi hija y todas las personas discapacitadas. No quise dejar que quede en la nada, que este hombre piense dos veces antes de hablar y herir. Que lo sancionen, que no sea una más del montón de debe tratar mal a diario”, expresó Carolina.

En tanto desde el Gobierno provincial aclararon que a los choferes los sancionan las empresas. “Si el caso ocurrió tal como ha sido denunciado, pienso que es una falta de respeto y de solidaridad que no puede ocurrir en este sistema ni en ningún otro, es una cuestión cultural que tenemos que desterrar definitivamente, no podemos tolerar discriminación de ningún tipo”, indicó el funcionario. “Tenemos 2500 choferes y más de 1100 unidades en el servicio, apuntamos a que estos pésimos ejemplos sean aislados y no se repitan”, agregó.

Un problema en la provincia, no solo en la empresa

Sin embargo, el caso reveló además que sólo tres de cada diez unidades son accesibles e inclusivas, otro serio problema del transporte mendocino, que este año arrancó con grandes modificaciones en sus recorridos bajo un nuevo nombre: Mendotran. El flamante sistema, que apunta a la troncalización y a descomprimir el microcentro, se ha ganado el repudio de buena parte de la ciudadanía por los cambios en las paradas y las demoras en llegar a destino.

“Tenemos el 30% de las unidades con piso bajo, tienen que aumentar todas las empresas el 10% año a año y los dos metrobuses que se están construyendo en Godoy Cruz y en Guaymallén son con accesibilidad para personas con incapacidad motriz.Tenemos convenios de financiamiento con los municipios para que se mejore esa infraestructura que depende de ellos y tengamos una red mucho más accesible e inclusiva”, concluyó.

Fuente: Lanación