Aún más después de lograr la sanción de la Boleta Única de Papel, que podría aplicarse sólo separando los comicios del esquema nacional, en donde aún rige la lista sábana.

Si a todo lo anterior le adosamos que seis intendentes del peronismo también evalúan desdoblar en sus comunas (de la provincial y de la nacional), la cuenta indica que varios mendocinos votarán entre 6 o 7 veces el próximo año: para elegir candidato a intendentes en las PASO, luego para votar al intendente; para definir en las PASO quiénes serán los candidatos a gobernador de cada frente, y luego ir a las urnas para proclamar al gobernador: y lo mismo con las fórmulas presidenciales. La posibilidad de ingresar al cuarto oscuro por séptima vez estará dada por si hay o no balotaje.

Los funcionarios que pasan por el cuarto piso de Casa de Gobierno y hablan de elecciones con el gobernador salen de allí con la idea de que “el mendocino vota mejor cuando se desdobla porque analiza y mide las gestiones provinciales y municipales”, casi como la confirmación de que el plan A de Suarez es desdoblar las elecciones, tal y como lo habilita la ley 8967, que fija las fechas de las elecciones provinciales, primarias y generales, y le da al gobernador la posibilidad de unificarlas con las nacionales.

El desdoblamiento depende de cómo juegue Alfredo Cornejo

Si bien todos los indicadores actuales casi empujarían al gobernador a desdoblar las próximas elecciones, hay una salvedad que podría torcer esa decisión: que Alfredo Cornejo integre alguna fórmula presidencial. En ese esquema, Suarez se podría ver forzado por Juntos por el Cambio a unificar las elecciones con la Nación, para sumarle a su antecesor los votos de los mendocinos.

Somos un equipo, y si algún mendocino es parte de una fórmula o candidato, hay que ser empáticos con eso, para darle fuerza“, admiten por lo bajo.

Ningún radical que se precie de obediente podría echar a andar alguna posibilidad de candidaturas, luego de que el mismo gobernador Suarez y Cornejo rechazaran rotundamente hablar del tema en este 2022, “en el que la gente está preocupada porque no llega a fin de mes, nadie está pensando ni le importan las candidaturas”, repiten ambos, cada vez que alguien les pregunta.

Cornejo tampoco sacó el tema de candidaturas la semana pasada cuando se reunió con Mauricio Macri. El ex presidente y el ex gobernador, mesurados y medidos no pusieron todas sus cartas en la mesa, y prefirieron hablar de la necesidad de armar un plan de gobierno antes que ponerle nombre a las candidaturas.

Al menos hacia afuera, se mostraron en la vereda de enfrente de lo que están haciendo por su lado, el jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, la ex ministra de Seguridad, Patricia Bullrich y el mismo gobernador de Jujuy, el radical Gerardo Morales, que ya se autolanzaron a la carrera presidencial.

Sin embargo, en Mendoza, y aunque Cornejo lo niegue, hay quienes se ilusionan con que el senador nacional decida volver a pelear por la gobernación en 2023. Eso espantaría peleas intestinas dentro del radicalismo, incluso entre algunos intendentes, y lograría que todos se alinearan debajo de su figura. Además le sacaría de las espaldas a Suarez, la pesada mochila de tener que ser quien elija a su futuro sucesor.

Los cálculos y las especulaciones en las cuentas de algunos peronistas

Con la imagen política del presidente Alberto Fernández que no para de caer en Mendoza, con una inflación histórica, y ante una evaluación positiva de la gestión del gobernador Suarez, es esperable que los 6 intendentes del PJ, de Maipú, San Rafael, Tunuyán, Lavalle, Santa Rosa y La Paz, pretendan desdoblar las próximas elecciones “para salvar la ropa” y sostener el gobierno de esas comunas. Algo que claramente no favorecería a quien vaya a ser su candidato o candidata a la gobernación.

Legalmente a esa decisión deberían tomarla en enero del 2023, ya que si desdoblan están obligados a convocar a las elecciones internas 90 días antes, y en la ley provincial esas primarias están predefinidas para el último domingo de abril.

Sin embargo, el análisis que hacen algunos peronistas no es tan lineal.

Sucede que en San Rafael, Tunuyán y Lavalle, los actuales jefes comunales ya no podrán reelegirse y eso obliga a Emir Félix, Martín Aveiro y Roberto Righi a reinventarse para sostenerse dentro del sistema político mendocino. Una manera de hacerlo es que al menos los últimos dos pudieran ser candidatos a diputados nacionales en los próximos comicios.

Ahora, si eso estuviese en sus planes como ya sostienen algunos rumores, a esos dos referentes les convendría que el gobernador no desdoblase de los comicios nacionales, con la idea de sumar adhesiones a sus posibles candidaturas.

Otra situación se da en las comunas de Santa Rosa y La Paz, donde ambos intendentes, Flor Destéfanis y Fernando Ubieta, tienen chances de buscar un segundo mandato, aunque habrá que esperar a ver qué decide hacer la jefa comunal santarrosina, a la que varios ya ubican en una futura fórmula gubernamental de un renovado peronismo.

Por su lado, el intendente de Maipú, Matías Stevanato también puede intentar una reelección, para lo que seguramente contará con el respaldo de sus antecesores y mentores: los hermanos Adolfo y Alejandro Bermejo. Si bien en las últimas elecciones legislativas el jefe comunal perdió el control del Concejo Deliberante, en su tierra confían en que desde 1983 a la fecha el PJ ha logrado sostener ese bastión peronista y harán lo necesario para no romper esa tradición.

Fuente: Diario Uno