Nueva cartelera en el Cine Antonio Lafalla
El Potro, la biopic de Rodrigo se estrena en este jueves en la sala local, además La Casa con un reloj en sus paredes, Pie Pequeño y Todos lo Saben.
Una nueva semana y nuevos estrenos en el Cine Teatro Antonio Lafalla. Este jueves se estrena El Potro, la película que narra parte de la vida de Rodrigo Bueno, un ícono de la cultura pop.
Esta biografía autorizada de Rodrigo Bueno -aunque un cartel al principio se ataje y señale que la historia apenas está “inspirada en hechos reales”- está despojada de elementos para la polémica. Es respetuosa al punto de llegar a caminar por la cornisa de la insipidez.
En Gilda, Lorena Muñoz ya dio muestras de pericia para contar la vida de un ídolo popular. Estilísticamente, su segunda ficción está en la misma línea. Abundancia de planos cerrados, cámara en mano, y escenas con más sombras que luces cuando se está mostrando a Rodrigo en su vida cotidiana, para crear intimidad y realismo. Todo lo contrario cuando El Potro se sube al escenario: así, la estética acompaña el subibaja emocional y el contraste entre lo doméstico, zona de conflicto, y lo público, territorio de fuego y pasión (para decirlo en palabras del homenajeado). El complemento entre el drama y la música funciona a la perfección; el repaso por la lista de hits es exhaustivo.
También superan la prueba las actuaciones. Empezando por la del debutante Rodrigo Romero, que, más allá del parecido físico, disimula su falta de experiencia y hasta canta mejor que el original. Ingenuo, dulce, tierno, este Rodrigo de ficción está lejos del pícaro, zarpado, pasado de revoluciones, que saturaba la televisión y las revistas a fines de los ‘90.
Tal vez para evitar caer en la caricaturización, todos los personajes están suavizados con respecto a su versión mediática. La Betty Olave de Florencia Peña es un poco sobreprotectora, pero no hay asomo de la desencajada que fue carne de los programas de la tarde. Lo mismo con el manager de Fernán Mirás, una figura paterna sin sombras de explotador o mafioso. Hay un solo villano, llamado Angel (Diego Cremonesi), que en realidad es un demonio que conduce al cantante por el camino del pecado.
Así, los excesos son el punto de conflicto en esta historia de ascenso social y descenso personal: las mujeres y la droga, tentaciones que el cordobés encuentra en Buenos Aires y lo alejan de su familia. Sólo se ve al Rodrigo mujeriego; el adicto está sugerido. Nadie pide sensacionalismo, pero aquí todo es tan asordinado que el drama pierde fuerza. Y, entonces, tampoco termina de encajar, como sí ocurría en Gilda, la pátina mística o épica -en escenas con reminiscencias de Leonardo Favio- con la que se quiere bañar a este Potro domado.
“El Potro, lo mejor del amor”
Buena
Drama. Argentina, 2018. 122’, SAM 16. De: Lorena Muñoz. Con: Rodrigo Romero, Malena Sánchez, Florencia Peña, Fernán Mirás, Daniel Aráoz, Jimena Barón, Diego Cremonesi. Salas: Monumental, Atlas Flores.
Fuente: Clarín