Las cifras del Banco Central con las que Milei busca convencer a la número dos del FMI
Las metas fijadas en la última revisión tienen dos ejes clave y, por ahora, el Gobierno tiene buenos números para presentarle a Gita Gopinath, la subdirectora del organismo que está de visita en Buenos Aires. Hoy se reunirá con el Presidente.
La subdirectora del FMI, Gita Gopinath, llegó a Buenos Aires este miércoles. En una sorpresiva visita, se reunió con el ministro de Economía Luis Caputo y otros funcionarios. Según trascendió, hoy se reunirá con el presidente, Javier Milei.
El desembarco de la ejecutiva del FMI se da a menos de un mes de la aprobación del último desembolso del organismo hacia la Argentina, tras la séptima revisión del acuerdo firmado a comienzos de 2022. Al momento de anunciar el giro de dinero, Caputo había explicado que el Gobierno prefirió mantener el programa vigente en lugar de buscar uno nuevo porque de esa manera obtenía el financiamiento más rápido.
Sin embargo, el ministro de Economía, Luis Caputo, confirmó en una entrevista a TN que durante la visita de Gopinath se dialogó sobre el rumbo del programa y se analizó la posibilidad de pedir un nuevo préstamo al organismo. En este escenario, el Gobierno puede mostrar algunos avances en los pedidos del FMI para convencer a la funcionaria del compromiso oficial en reordenar la economía.
El último reporte del staff del organismo multilateral había dado pocas pistas sobre objetivos económicos concretos. A diferencia de otros programas, que tenían muchas metas específicas, la última revisión apenas fijó dos: acumular reservas netas por US$10.000 millones y mostrar un superávit primario del 2% a fin de año. Ambos frentes lucen hoy auspiciosos para el Gobierno.
Las reservas crecieron, pero todavía tienen desafíos
Desde que asumió la actual gestión, el Banco Central (BCRA) se hizo de US$7912 millones en el mercado de cambios. Sin embargo, los analistas advierten que esa dinámica se logró sin desarmar el cepo -algo que el Gobierno le prometió al FMI para mitad de año- y difiriendo los pagos de importaciones en cuatro cuotas.
“Esa dinámica de ningún modo refleja un mercado cambiario normalizado, esencialmente porque se sigue postergando el pago de importaciones a un ritmo estimado de US$3000 millones por mes”, apuntaron los economistas de Ieral.
En la misma sintonía, Portfolio Personal Inversiones (PPI) calculó que las reservas netas treparon a un estimado de US$5650 millones negativos desde el mínimo histórico que superó los US$10.800 millones negativos. La casa de Bolsa explicó que la diferencia entre las compras del BCRA en el mercado y la suba -menor- de las reservas netas se explicó por los pagos al FMI y a los bonistas, así como por los cambios en las valuaciones de las monedas y el oro que están contabilizados en las arcas del organismo.
“Si bien a simple vista podría pensarse que el BCRA está a mitad de camino de alcanzar la meta de acumulación de reservas netas de US$10.000 millones desde que asumió Milei, la realidad es un tanto más desafiante. Hay que considerar que el flujo neto con el FMI es de casi -US$2600 millones en el año y que hay que afrontar otro pago de cupones de los Globales por alrededor de US$2800 millones en julio, lo que demandará de mínima una acumulación adicional de US$5400 millones para alcanzar el target propuesto por el FMI”, estimó PPI.
Dudas sobre la sostenibilidad del superávit de enero
Por otra parte, el resultado fiscal de enero fue positivo. “Los datos de enero dejaron claro el compromiso del Gobierno en revertir el déficit de las cuentas públicas. No obstante, un recorte tan generalizado a partir del freno de los pagos, la inexistencia de un andamiaje legal que lo respalde y la falta de un consenso amplio que lo convalide ponen en duda la posibilidad de sostenerlo en el tiempo”, advirtió la consultora LCG.
En esa línea, sus economistas apuntaron que enero suele tener un gasto más bajo, que juega a favor de un resultado primario favorable. “De hecho, de los últimos 10 años, 6 eneros contaron con superávit”, resaltaron. Por otra parte, subrayaron que si el Gobierno no hubiera frenado pagos en enero, no se habría alcanzado el equilibrio de las cuentas públicas.
“La quita del paquete fiscal de la ley de Bases, la que finalmente tampoco terminó de tratarse, obliga al Gobierno a repensar las fuentes del ajuste de 5 puntos porcentuales del PBI en las cuentas públicas necesario para alcanzar el equilibrio. Los mayores ingresos que se preveían por retenciones (por el fin de la sequía y la suba de alícuotas propuestas: +0,5%), la reversión de la reforma de Ganancias (+0,4%), y el adelanto propuesto para el pago de Bienes Personales, la moratoria y el blanqueo de capitales (+0,6%), tendrán que ser reemplazados por menores gastos”, advirtió LCG.
Fuente: TN