A pesar de que desde el oficialismo salieron a intentar aclarar que la norma propuesta y que ya tiene dictamen de comisión no genera un nuevo impuesto, sino que se trata de una “tasa ambiental”, día a día se van conociendo voces en contra de iniciativa cuyo punto en discusión es la creación de una tasa ambiental del 3% que deberá ser abonada por los productores responsables de los envases puestos en el mercado, y la generación de un sistema propio de recolección y reutilización.
Una de las primeras instituciones en manifestar su oposición a este proyecto de ley fue Bodegas de Argentina que si bien apoyó los objetivos planteados por los autores, no compartió la forma de implementación.
La cámara que representa a 250 bodegas argentinas señaló que acepta el “principio de responsabilidad extendida que nos cabe sobre los envases de nuestros productos y somos custodios del cuidado del ambiente pero no compartimos que la forma de implementarlo consista en la aplicación de un impuesto que se suma a la ya insostenible carga tributaria que tenemos”.
La posición de la UIM
La Unión Industrial de Mendoza emitió este miércoles un comunicado con el título “Por una verdadera ley para el reciclado de envases, en lugar de un impuesto que castiga a la producción, al trabajo y a los consumidores”.
Para esta institución empresaria se “trata de un impuesto más que pagarán quienes menos tienen”.
El documento dice que “la Unión Industrial Mendoza se mostró en contra del impuesto del 3% que pretende gravar los envases por considerarlo una medida confiscatoria que en nada contribuirá a mejorar la situación de las personas que viven del reciclado pero que, en cambio, sumará inflación a los consumidores ya que el impuesto será trasladado de manera directa”.
Raúl Giordano, integrante de la UIM y presidente de la Cámara de Fruta Industrializada de Mendoza (CAFIM), habló en nombre de la gremial empresaria y solicitó a los legisladores nacionales por Mendoza que “eviten la aprobación de la propuesta y trabajen para elaborar una ley de reciclado con fundamentos, objetivos y pasos claros que contribuyan a mejorar la situación de quienes allí trabajan con la vista puesta en el mediano plazo así como la posibilidad de crear una industria que brinde trabajo digno a todos quienes hoy se encuentran en situación precaria”.
También dijeron desde esta entidad que “según el Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF), entre el 26% y el 48,2% del valor de alimentos y bebidas es carga tributaria y, en un contexto altamente inflacionario, sumar un impuesto más implica agregar valor a una canasta que aumenta de la mano de los índices de pobreza e indigencia”.
La UIM pidió “una verdadera ley para el reciclado de envases, en lugar de un impuesto que castiga a la producción, al trabajo y a los consumidores. Es preciso, además, pensar en etapas de educación de la ciudadanía, sistemas de separación de residuos así como tener en cuenta a qué industrias se pueden direccionar los distintos materiales reciclables”, subrayó Giordano al mismo tiempo que expresó que “no existe claridad en el modo en que se distribuiría la recaudación del impuesto ya que no está explicitado en la ley”.