Kinesiólogos suspendieron la atención domiciliaria por tiempo indeterminado

Los profesionales perciben en promedio 1.400 pesos por consulta y exigen duplicar ese monto. Los bioquímicos, en tanto, siguen en negociación con las prestadoras sociales.
Luego de que los médicos mendocinos decidieran no recibir prepagas u obra social y cobrar la consulta de manera particular a 6 mil pesos, ahora se sumó una protesta de kinesiólogos que están disconformes con el importe percibido por su atención.
El titular del Colegio de Kinesiólogos y Fisioterapeutas de Mendoza, Esteban González, sostuvo que la situación no da para más y desde este lunes la atención kinésica domiciliaria queda interrumpida por tiempo indeterminado.
“Los aranceles que ofrecen las empresas de internación domiciliaria son paupérrimos, indignos y no estamos dispuestos a seguir con esos valores que arrancan en 800 pesos y pueden llegar a extenderse a 1.400 pesos, en el mejor de los casos”, comentó González.
El profesional, acompañado por un grupo de colegas y pacientes, se apostó en Peatonal y Garibaldi y allí expresó su malestar y dio a conocer la medida de fuerza que comenzó a regir desde este lunes.

“Hemos puesto un mínimo aceptable que son 3 mil pesos, un valor que no alcanza para cubrir las necesidades básicas, si no se llega un acuerdo con las empresas destinadas a este servicio, seguiremos sin prestar atención hasta tanto no se regularicen nuestros honorarios”, expresó González.
Conscientes de que esta situación afectará directamente a los pacientes, los profesionales advirtieron que “nunca quisieron llegar a esta instancia, pero no tuvieron alternativas”.
El Colegio cuenta con unos 1.900 kinesiólogos adheridos, pero de ellos, son unos 400 los especialistas que se dedican a la parte domiciliaria en toda la provincia, de ese total, se calculan, en promedio, unos 10 pacientes por profesional.
“Esto es una problemática de larga data y son muchos los que han adherido, aunque aclaramos que aquellos pacientes que se encuentran en estado crítico seguirán recibiendo su atención como corresponde, no dejamos de lado la ética profesional, la empatía y el vínculo que se genera en la atención cotidiana”, acotó González.
En medio de la protesta se encontraba Hilda, una mujer que se encuentra en silla de ruedas y que se acercó hasta el lugar para apoyar el trabajo de los médicos.
“Vine para acompañar a mi kinesióloga que todos los días me hace atención domiciliaria y, sin desprestigiar a nadie, gana la mitad del sueldo que cobra la señora que me asiste en la limpieza de casa”, dijo la mujer.

La paciente dijo que se siente en la obligación de apoyar y valorar el trabajo de estos hombres y mujeres que todos los días asisten a los domicilios de quienes los necesitan.
“Tengo Pami que sólo abona una sesión por semana en domicilio y es tanto el amor que esta chica tiene por su profesión que cada vez que yo la necesito ella viene y me asiste gratis, ya que no estoy en condiciones de afrontar los gastos“, comentó la señora.
La situación de los bioquímicos
Otra de las entidades que ha referido su preocupación ante la crisis que atraviesa el sector de la salud es la Asociación de Bioquímicos de Mendoza, presidida por Gustavo Yapur. En las últimas horas, la entidad emitió un comunicado en la que expresaron que la actual situación económica que vive el país pone en riesgo la continuidad de la prestación de los servicios de análisis clínicos.

“Estamos en permanente diálogo con las prepagas y obras sociales para encontrar medidas que permitan continuar con las prestaciones a los afiliados. Las negociaciones están abiertas y se espera una pronta respuesta de estas instituciones para decidir cómo se continuará. Siempre asegurando mantener la calidad del servicio que requiere la salud de los mendocinos”, manifestaron.
Asimismo, Yapur aclaró que, por el momento, en los laboratorios se siguen recibiendo las prepagas y obras sociales y no existe el cobro de coseguro.
El panorama en las clínicas privadas
Desde el viernes 1 de septiembre, más de 60 especialidades que se desarrollan en el sector privado dejaron de recibir obras sociales sindicales y prepagas. De este modo, quien se atiende en una clínica o sanatorio privado debe abonar 6 mil pesos la consulta.
A días de su implementación y con muchas quejas por parte de los afiliados que reprochan porque no sólo tienen que abonar la cuota de una prepaga, sino que también afrontar una consulta particular, la atención ha sido normal, aunque la tendencia es a la baja.

Por otro lado, las asociaciones que nuclean a los profesionales de la salud están presionando a los que quieren seguir atendiendo como lo venían haciendo (con prepaga u obra social) y eso está complicando el panorama.
Si bien el fin de semana hubo bastante confusión en cuanto a la metodología para pagar la consulta, desde los efectores informaron que el modo de pago es efectivo/débito, transferencia y, en algunos casos, Mercado Pago.
Fuente: Elsol