Este jueves aumenta la luz en Mendoza, pero aún no se sabe cuánto

Los estudios de costos elaborados por el EPRE provocaron alarma en el Gobierno provincial, que demora el decreto con los nuevos cuadros tarifarios mientras busca alternativas para suavizar el impacto.
La boleta de luz será más cara en Mendoza desde este jueves pero, paradójicamente, aún se desconoce el porcentaje de un aumento que genera inquietud en el Gobierno. La alarma se encendió por el fuerte impacto que tendrá el ajuste, siempre y cuando se respeten los números que marcan los estudios de costos realizados por el Ente Provincial Regulador Eléctrico (EPRE).
Esos informes, que se elaboraron siguiendo la variación de índices inflacionarios del último trimestre del año pasado, se mantienen bajo un estricto hermetismo, mientras el ente de control y el Ministerio de Energía analizan alternativas para amortiguar el golpe.
En noviembre del año pasado se decretó que el Valor Agregado de Distribución (VAD), el único ítem de la tarifa eléctrica que determina el Ejecutivo provincial, debe actualizarse cada tres meses. Se trataba de un histórico reclamo de las distribuidoras eléctricas -anteriormente los aumentos se aplicaban cada seis meses- para evitar desfasajes en un contexto de alta inflación.
La solicitud fue concedida por el ex gobernador Rodolfo Suarez pocas semanas antes de dejar el poder y, de esta manera, el VAD debe aumentar el primer día de febrero, mayo, agosto y noviembre de cada año, según el decreto 2348/2023. El porcentaje del ajuste se obtendrá “a partir del análisis del nivel de costos eficientes” de las distribuidoras, considerando “la variación de índices de los últimos tres meses publicados por el Indec, 10 días antes del mes anterior a la fecha en que se realiza la adecuación”, destaca el anexo I de la norma.
También determina que el EPRE pondrá en vigencia los cuadros tarifarios correspondientes a la actualización del VAD “en oportunidad de cada aplicación trimestral prevista”, y elevará un informe al Ejecutivo indicando los detalles, valores y variaciones establecidas para cada categoría tarifaria. Entre otros puntos, el procedimiento debe tener en cuenta la tasa de rentabilidad (se mantendrá fija) y los costos de los activos eléctricos, de explotación y salariales.
Pese a la inminencia del incremento, ese documento aún no llega a la Casa de Gobierno, indicaron fuentes oficiales. “Lo estamos calculando. Además, hay que esperar que nos notifiquen los nuevos precios trimestrales del costo de abastecimiento, que es de jurisdicción nacional”, se justificaron desde el EPRE.
Sin embargo, el decreto 2348/2023, que modificó el procedimiento de adecuación del VAD, no menciona en ningún párrafo la necesidad de aguardar definiciones nacionales. Este diario intentó comunicarse con Andrea Molina, titular del ente de control, pero no obtuvo respuestas.
Los datos preliminares de ese estudio arrojaron números alarmantes a raíz de la inflación registrada en los últimos meses (sólo en diciembre alcanzó el 25,5%). Incluso trascendió que la propia ministra de Energía, Jimena Latorre, mantuvo recientemente un encuentro con Molina y técnicos del ente de control, buscando opciones para suavizar el inminente ajuste.
Lo concreto es que desde el Gobierno aseguran que el aumento de la luz está confirmado y que efectivamente comenzará a regir desde este jueves 1 de febrero. Pero como aún no se publica en el Boletín Oficial la norma que determinará los nuevos cuadros tarifarios, su aplicación será retroactiva.
El anterior aumento del VAD se aplicó en noviembre, con un impacto final en la tarifa del 53%, en promedio, siempre de acuerdo con el consumo y categoría de cada usuario. Fuentes del sector eléctrico advierten que el nuevo ajuste debería ser “muy superior” a ese porcentaje.
Fuente: Elsol