Embajadora del running mendocino

Adela Barrios concluyó 25° en el prestigioso Maratón de Rotterdam con un tiempo de 2 horas 56 minutos y 01 segundos, la mejor marca nacional femenina del año en los míticos 42K.

Sin duda una gran participación de la atleta alvearense, quien acudió a Holanda acompañada por su entrenador y pareja Cristian Malgioglio del emblemático Team Olímpico.

La mendocina pudo correr en Rotterdam, largando con los elites, gracias a sus pergaminos plenos de excelentes resultados como su tercer puesto en la Maratón de Buenos Aires 2016 (2:48:39); su medalla de bronce en el Sudamericano de Temuco 2017 (2:50:50) y su cuarto puesto en el Campeonato Iberoamericano (2:51:40), que se corrió en el marco de la Maratón de Buenos Aires 2017.

El ganador de la prueba, en Caballeros, fue el keniata Kenneth Kipkemoit (2:05:44); mientras que en Damas la primera fue la también keniata Visiline Jepkesho (2:23:45).

“Feliz de representar a Argentina”

En un breve diálogo con Mendoza Corre, la alvearense no dudó en afirmar que “logró una buena marca en mi historial” y se mostró inmensamente “feliz de poder representar a Argentina, Mendoza y General Alvear”.

La gran Adela, con mucha satisfacción, destacó que representó a los suyos “de la mejor manera: poniendo nuestro esfuerzo y disciplina diaria” y a la hora de los balances subrayó que de la tierra de los tulipanes “nos llevamos un sabor muy dulce en la boca”.

“Estuve contenida”

La chica del Team Olímpico resaltó que en su buena perfomance mucho tuvo que ver la “contención de mi gente querida”.

En este sentido destacó que pudo viajar con el amor de su vida Cristian; que recibió el apoyo del atleta mendocino, residente en España, Fabián Campanini, y que le hicieron muy bien los mensajes de aliento y apoyo que recibió de sus admiradores a través de las redes sociales.

Subrayó que la compañía de su pareja y entrenador le aportó “un plus extra” ya que le permitió “despejar muchos miedos y dudas”.

“Sociedad prolija”

Una cosa que no se le escapó mencionar a Adela fue la “prolijidad, rayana con la perfección” de la sociedad de Rotterdam. “Fue una experiencia inolvidable en todo sentido: respecto a la organización, la gente, el respeto y cordialidad hacia el atleta”, señaló.

Fuente: Mendoza Corre