El Islam celebra su mes sagrado, el Ramadán, en un contexto mundial de violencia
El Ramadán, el noveno mes del calendario lunar musulmán conocido como el período en que los religiosos ayunan y reflexionan sobre la espiritualidad, comenzó hoy en algunos países musulmanes y mañana lo hará en otros, en un momento marcado por guerras, atentados y el desplazamiento desesperado de millones de refugiados.
En los últimos años, el grupo islamista radical Estado Islámico (EI), cada vez más acorralado en sus bastiones sirios e iraquíes, instó a atentar contra civiles en las potencias occidentales durante este mes de celebraciones.
Antes de que el sol hiciera este jueves su aparición por el horizonte, quienes cumplen con los rituales del ayuno, uno de los cinco pilares del islam, tomaron su primer “suhur”, la última comida y bebida que los creyentes se llevan a la boca hasta la puesta del sol, momento de la ruptura del ayuno, conocida como “iftar”.
Los malos pensamientos, los insultos, las críticas a terceros, el sexo durante las horas diurnas o las mentiras deben de ser desterradas durante los 29 días que dura el mes más sagrado para los musulmanes, y en el que se cree que Alá comenzó la revelación del Corán a Mahoma.