El estratega digital de Milei implicado en la causa por el intento de golpe de Bolsonaro
“Fernando Cerimedo divulgó noticias fraudulentas sobre (el resultado de) las elecciones, en una estrategia ilícita y antidemocrática”, destaca el documento de la Policía Federal brasileña al que accedió LPO, que investigó las “milicias digitales” que buscaron impedir la asunción de Lula.
Fernando Cerimedo, el estratega digital del presidente Milei es uno de los blancos de la Policía Federal brasileña, en la investigación por el intento de golpe contra Lula que tiene contra las cuerdas a Bolsonaro.
Cerimedo participó de la campaña de Bolsonaro y según la justicia brasileña fue una pieza clave en la construcción de las “milicias digitales” que impulsaron el ataque al Presidencia y el Congreso en Brasilia, para impedir la asunción de Lula, en una copia de la estrategia trumpista de deslegitimar el resultado electoral, luego de la derrota.
Este consultor fue y es el cerebro digital de Milei y es señalado como el creador del ejército de trolls que el libertario tiene en las redes para atacar a sus adversarios políticos, periodistas, artistas y cualquiera que exprese alguna crítica o algún comentario que le moleste.
LPO accedió en exclusiva al dictamen del juez de la Corte Suprema de Justicia de Brasil, Alexander de Moraes, que tiene a su cargo la investigación por el intento de subvertir el orden constitucional de Brasil para impedir que Lula asuma el cargo de presidente.
Según ese documento d ela justicia brasileña, el fundador de La Derecha Diario integró uno de los seis grupos que trabajaron de forma coordinada en una operación llamada “Tempos Veriatis”.
Cerimedo es señalado como una pieza clave del grupo de “Desinformación y ataques al sistema electoral”, liderado por el ex ministro de Justicia de Bolsonaro, Anderson Torres.
Los grupos detectados por la justicia para concretar el golpe cívico-militar estaban liderados por la primera línea del gobierno de Bolsonaro. Entre ellos se puede mencionar al grupo “Incitación a militares” comandado por el ex candidato a vice Walter Souza Braga Netto; “Legales” por el detenido Filipe Martins; “Inteligencia paralela” por el poderoso general Augusto Heleno, también detenido y “Oficiales de Alto Rango” liderado por el almirante Almir Garnier Santos.
La Suprema Corte de Brasil investiga la actuación de una organización criminal que participó en el “intento de golpe de Estado y abolición del Estado Democrático de Derecho” por el que ya hay cuatro detenidos y decenas de investigados. Se trata de una causa gravísima, por la que el ex presidente Bolsonaro ya tuvo que entregar el pasaporte y no puede salir del país. En la Justicia hablan de codenas de hasta 30 años, si se confirman las acusaciones.
En el tramo del documento que analiza la conducta de Cerimedo, se afirma que “el grupo investigado incluso actuó a través de milicias digitales para repercutir y amplificar a través de multicanales la idea de que las elecciones presidenciales fueron fraudulentas, animando a sus seguidores a “resistir” en frente a cuarteles e instalaciones de las Fuerzas Armadas y crear el entorno adecuado para la intervención federal comandados por fuerzas militares”.
“Los ataques al proceso de votación electrónica no comenzaron después de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales de 2022. El grupo ahora investigado, desde 2019, utilizó el modus operandi desarrollados por la autodenominada GDO (“Oficina del odio”) para propagar la idea de vulnerabilidad y fraude en sistema de votación electrónica del país”, agrega el documento.
En efecto, replicando la estrategia de Donald Trump ante la posibilidad de una derrota ante Joe Biden, los estrategas en estas guerras de desinformación que asesoraron a Bolsonaro, empezaron a tratar de socavar la credibilidad del sistema electoral de Brasil, para eventualmente desconocer un triunfo de Lula que impidiera la reelección de Bolsonaro.
La Oficina del Odio era un gabinete paralelo que funcionaba al lado del despacho presidencial en Brasilia y estaba comandado por Carlos Bolsonaro. El hijo de Bolsonaro en los papeles es concejal de Río de Janeiro pero en los hechos manejaba esa maquinaria que distribuía noticias falsas en las redes sociales y WhatsApp, que instaló la idea del fraude ante el triunfo de Lula. Cerimedo es investigado como una pieza clave de esas milicias digitales.
En el reparto de tareas familiares, los hijo de Bolsonaro tienen roles bien claros: Carlos en el jefe de la manipulación de la información, Flavio se ocupa de la estructura económica y la relación con las milicias de Río de Janeiro y Eduardo maneja la agenda internacional con la ultraderecha global.
De hecho, Eduardo Bolsonaro visitó la Argentina duranta la pasada campaña electoral para apoyar a Milei. El vínculo es tan cercano, que en la ceremonia de asunción, Milei le dio al ex presidente de brasil un lugar destacado entre los presidentes en ejercicio, en el palco que armó en las escalinatas del Congreso.
Por la “Oficina del Odio”, la Corte abrió una investigación en 2019 que todavía está en curso y también involucra a Cerimedo. Además, como jefe de esa estructura, Carlos Bolsonaro tenía nexos con agentes de una inteligencia paralela armada para espiar opositores y utilizar información para campañas de desprestigio. Por esta denuncia, la familia Bolsonaro fue blanco de allanamientos hace dos semanas, como reveló LPO.
Ante las mentiras difundidas por esta estructura y la logística garantizada por sectores militares y aliados económicos que proporcionaron camiones para el corte de rutas que buscó impedir la asunción de Lula, el actual presidente dispuso la intervención de Brasilia y la suspensión del gobernador bolosanrista y su secretario de Seguridad, Anderson Torres, jefe del grupo en el que operaba Cerimedo y que se fugó a Estados Unidos. En la Casa de Torres se encontró la “minuta del golpe” que detallaba todos los pasos del plan golpista.
Según la Policía Federal, “la presentación solicitada por el Partido Liberal ante el Tribunal Superior Electoral constituiría el último acto del grupo para protestar formalmente contra el resultado de las elecciones presidenciales, en la búsqueda de anticipar motivos para la ejecución de un golpe de Estado”.
“Paralelamente al intento de revertir el resultado de las elecciones presidenciales, la autoridad policial señala que una segunda línea de acción fue adoptada por el grupo investigado, con la planificación y ejecución de actos encaminados a subvertir el Estado Democrático de Derecho, a través del ejército con un golpe para impedir la toma de posesión del Presidente legítimamente elegido, asegurando que el entonces Presidente Jair Bolsonaro permanezca en el poder”, continúa el documento de 135 páginas.
La Policía Federal destaca en el documento que “Cerimedo utilizó los mismos argumentos falsos creados por los hackers, citados en una conversación sostenida entre Mauro Cid (el arrepentido que aportó toda la información para la investigación) y Sergio Ricardo Cavaliere de Medeiros y acusa al ex jefe de campaña de Milei de haber armado un Google Drive desde accedían a los archivos que contienen la grabación de la transmisión en vivo y la versión editada del video, para facilitar la difusión de noticias fraudulentas y amplificar la desinformación ilícita”.
“Los expedientes estarían relacionados con la difusión de información falsa sobre máquinas de votación electrónica, destacando el vínculo entre el contenido abordado en la transmisión en vivo realizada por el argentino y el grupo ahora investigado”, añade el texto, en referencia a Cerimedo a quien acusa concretamente de instrumentar un live de Facebook para difundir noticias falsas sobre fraude que socaven la credibilidad del triunfo de Lula.
Para la Justicia de Brasil hubo una “acción coordinada de miembros del grupo criminal para amplificar las falsas narrativas que construyeron y replicaron sobre el sistema electoral brasileño, mediante la acción mantenida entre Fernando Cerimedo y el resto de los miembros de la banda”.
El texto de la Suprema Corte agrega que “la cronología de los hechos presentados demuestra que los investigados utilizaron, de manera coordinada, diversos medios para difundir información falsa sobre el proceso electoral brasileño. Como se explicó anteriormente, el material que presenta falsas vulnerabilidades en las máquinas de votación electrónica producidas antes de 2020, elaboradas por el grupo, incluso con la ayuda de lo que Mauro Cid llamó “nuestra gente”, refiriéndose a expertos en el campo de TI (incluidos los piratas informáticos)”.
“Siguiendo la estrategia de difusión multicanal, los investigados reenviaron el contenido al argentino Fernando Cerimedo quien difundió el material falso en una transmisión en vivo realizada el 04/11/2022. El contenido en vivo fue resumido y difundido por varios miembros de la organización, incluido personal militar con el objetivo de eludir las órdenes judiciales de bloqueo, los investigados pusieron el contenido a disposición en servidores ubicados fuera del país. También se identificó que el mismo contenido también figuraba en el documento denominado “bolsonaro min defensa 11.06- semifinal.docx”, dirigido al general Paulo Sérgio Nogueira, entonces Ministro de Defensa y remitido por Mauro Cid al General Braga Netto, vía WhatsApp”. concluye el texto.
Braga Netto fue ministro de Defensa y jefe de Gabinete de Bolsonaro y durante la crisis de la pandemia se convirtió en una suerte de presidente de hecho de Brasil, como representante del grupo de militares que sostenían a Bolsonaro.
Cerimedo es amigo de Eduardo Bolsonaro desde 2010, lo conoció en un curso de Durán Barba en Estados Unidos y organizó la visita a la Argentina del menor de los Bolsonaro. Cerimedo trabajó codo a codo en la campaña de Milei con otro ex pupilo de Duran Barba, el consultor Santiago Caputo, ahora principal asesor político del presidente Milei.
La investigación en Brasil por el intento de golpe a Lula no es menor. Por primera vez en la historia hay militares de alto rango detenido por conspirar contra la democracia, algo que no ocurrió ni siquiera al finalizar la dictadura.
Por eso, como publicó en exclusivo LPO, las Fuerzas Armadas buscan abrir un canal de negociación con Lula para evitar más detenciones que pongan en riesgo la reputación de la institución militar. Ante eso, habrá monedas de cambio que podrían terminar tras las rejas si esto avanza, entre ellos Jair Bolsonaro y dos militares muy importantes como Braga Netto y Augusto Heleno.
Fuente: Lapolíticaonline