El iPhone supuso un antes y un después en el desarrollo de aplicaciones. Si bien en un principio el smartphone de Apple no tenía soporte para apps de terceros, al año siguiente de su lanzamiento vio la luz la App Store (2008), un repositorio donde encontrar aplicaciones móviles que cubrieran las necesidades del usuario que no cubría el propio sistema operativo del teléfono. No fueron los primeros pero sí los que han tenido más influencia en la tendencia actual.

Casi una década después, hay miles de aplicaciones que podemos encontrar en la App Store, en Google Play e incluso los sistemas operativos de escritorio cuentan con su propia tienda de aplicaciones: Mac App Store y Windows Store respectivamente.

La popularidad de los smartphones y la posibilidad de instalar cualquier app y juego que queramos hace que el desarrollo de aplicaciones viva un gran momento, si bien hay mucha competencia y cuesta mucho posicionarse en las tiendas oficiales.

En la variedad está el gusto, pero desgraciadamente no todas las apps son igual de buenas. De ahí que, siguiendo este artículo que escribí sobre los desastres de usabilidad de programas de ayer y hoy, voy a repasar los problemas de las aplicaciones móviles más comunes.

Problemas, errores de diseño, desastres de usabilidad… Seguramente os los hayáis encontrado en más de una aplicación que usáis o tenéis instalada en vuestro dispositivo móvil.