Cómo le fue a Boca en las finales de la Copa Libertadores en Brasil

El Xeneize batió a Palmeiras y se clasificó la definición del máximo certamen continental, que se disputará justamente en tierras brasileñas, donde tiene una larga historia de consagraciones.

La explosión de la República de La Boca se sintió hasta en los edificios de San Pablo. La felicidad en el barrio de las pinturas de Quinquela Martin tuvo su origen en el triunfo del equipo de Jorge Almirón ante Palmeiras, que le permitió meterse en la final de la Copa Libertadores de América. Las tierras brasileras serán anfitrionas del partido trascendental del próximo 4 de noviembre, donde el Xeneize ya tiene experiencia en definiciones.

A lo largo de los 63 años de la Copa Libertadores, Boca disputó seis partidos en el marco de finales en Brasil: ganó dos, empató uno y perdió tres. No obstante, el balance termina siendo positivo teniendo en cuenta que en aquel entonces las definiciones eran a partidos de ida y vuelta: fue campeón en cuatro de esa seis oportunidades pese a que solo ganó dos veces.

La mala noticia es que la última le trae recuerdos grises, sobre todo al vicepresidente Juan Román Riquelme. Es que el equipo dirigido por Julio César Falcioni llegaba a la edición 2012 con la chance de romper la sequía y levantar el séptimo trofeo. Pero el Corinthians le cortó las ilusiones. Lo derrotó en San Pablo con un doblete de Emerson, tras igualar 1-1 en la ida, y provocó la despedida momentánea del Torero. “Me siento vacío y no tengo más nada para darle a este club”, disparó después del encuentro.

Pero el país del carnaval carioca no siempre fue un lugar de tristezas. Durante la época de Carlos Bianchi como entrenador del club, Boca aplastó por 3-1 a Santos en el Morumbí, de la mano un Carlos Tevez fenomenal, y logró quedarse con la Libertadores en 2003. Dos años antes, en la misma instancia y estadio, el Xeneize había batido a Palmeiras por 4-2 en los penales luego de un empate sin goles. Óscar Córdoba contuvo los remates de Asprilla y Roque Junior que cortaron una racha de 22 años sin levantar el torneo más importante del continente.

Bajo la dirección técnica de Miguel Ángel Russo, y el liderazgo de Juan Román Riquelme en el campo de juego, el cuadro de la Ribera volvió a hacerse fuerte en la final de la edición 2007 contra Gremio, la última Copa que ganó. Lo derrotó con un sólido 2-0 en Porto Alegre gracias a un doblete del Diez.

Pero en épocas de televisores blanco y negro, el Xeneize no pudo llevarse ningún poroto del país vecino. Cayó en la ida de la final del ´63, ante el imponente Santos de Pelé, y perdió contra Cruzeiro en la vuelta del `77, aunque esa vez logró quedarse con la Copa en el partido desempate.