Uno de los puntos clave abordados en la capacitación es que la triquinosis no se elimina mediante métodos como el ahumado, salazón, secado o congelado. Por lo tanto, es crucial que los productores sigan prácticas adecuadas en la cría y manejo de los cerdos. Se les recomienda evitar alimentar a los animales con basura y prevenir el contacto con roedores, que pueden ser portadores del parásito.

Además, se enfatizó la importancia de que los consumidores verifiquen que los productos de chacinados provengan de mataderos certificados y cuenten con etiquetas que garanticen su inocuidad. La inspección veterinaria juega un papel fundamental en la detección de enfermedades en las piaras, asegurando así que los productos que llegan a la mesa sean seguros para el consumo.

La capacitación no solo buscó educar a productores y consumidores, sino también crear conciencia sobre la importancia de prácticas responsables en la producción y compra de alimentos.