Cada cigarrillo reduce la esperanza de vida hasta 22 minutos
Así lo revela un estudio de Investigaciones de University College London exponen el impacto del tabaquismo en la longevidad, destacando la pérdida acumulativa de tiempo y los beneficios de abandonar el hábito.
El impacto del tabaquismo en la salud y la longevidad de las personas ha sido objeto de múltiples estudios, que buscan cuantificar con precisión cuánto tiempo de vida pierde un fumador con cada cigarrillo.
Investigaciones recientes, lideradas por científicos de University College London (UCL) y publicadas en el Journal of Addiction, han revelado que cada cigarrillo consumido puede reducir la vida de un hombre en 17 minutos y la de una mujer en 22 minutos.
Estos datos representan un aumento en comparación con estimaciones anteriores, que situaban la pérdida promedio en 11 minutos por cigarrillo, según cálculos basados en el estudio de Doll et, publicado en la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, sobre 34.000 médicos británicos durante cuatro décadas.
El nuevo estudio de UCL, encargado por el Departamento de Salud y Asistencia Social del Reino Unido, analizó datos actualizados sobre la salud de la población y subrayó que el daño causado por el tabaquismo es acumulativo.
La investigación, además, destacó que dejar de fumar incluso por períodos cortos puede tener beneficios tangibles en la expectativa de vida. Por ejemplo, un fumador que abandone el hábito el 1 de enero y mantenga la abstinencia hasta el 8 de enero puede evitar perder un día completo de vida. Si persiste hasta agosto, podría salvar un mes completo de vida.
Sarah Jackson, investigadora principal del Grupo de Investigación sobre Alcohol y Tabaco de UCL, explicó a The Guardian que “cuanto antes una persona deje de fumar, más tiempo y calidad de vida podrá recuperar”. Y advirtió: “Fumar no solo reduce los años de vida, sino que acorta los años relativamente saludables”.
La investigadora explicó que los fumadores comienzan a experimentar enfermedades crónicas mucho antes que los no fumadores, con una brecha promedio de una década en la salud entre un fumador de 60 años y un no fumador de la misma edad.
Aunque algunos fumadores alcanzan edades avanzadas, señaló, el riesgo de desarrollar enfermedades graves como cáncer, enfermedades cardiovasculares y problemas respiratorios sigue siendo elevado.
Otro aspecto relevante es cómo el tabaquismo afecta no solo la cantidad de años vividos, sino también la calidad de estos. Según los hallazgos del equipo de UCL, el tabaquismo reduce los años marcados por enfermedades crónicas al final de la vida y acorta los años relativamente saludables de la mediana edad.
La doctora Sarah Jackson aseguró a The Guardian que “un fumador de 60 años típicamente tiene un perfil de salud comparable al de un no fumador de 70 años”, Esto implica que fumar no solo adelanta el envejecimiento biológico, sino que también acelera la aparición de enfermedades relacionadas con el tabaquismo, como el cáncer, las enfermedades cardiovasculares y los padecimientos respiratorios crónicos.
Además, los científicos coinciden en que no existe un nivel seguro de consumo de tabaco. Un fumador que consume un solo cigarrillo al día tiene un riesgo de enfermedad cardiovascular solo un 50% menor que el de alguien que fuma un paquete entero, lo que demuestra la magnitud del daño incluso en niveles bajos de consumo.
Investigaciones publicadas en la National Library of Medicine calcularon la reducción en la vida promedio de un fumador hombre, tomando como base la diferencia en la esperanza de vida entre fumadores y no fumadores. Determinaron que un hombre que fuma regularmente desde los 17 años hasta los 71 consumirá un total de 311.688 cigarrillos en su vida.
Fuente: Infobae