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Boca y River preocupados: el ajuste y la recesión también llega al fútbol

Boca y River preocupados: el ajuste y la recesión también llega al fútbol

La crisis cambiaria afectó a los clubes. Para tentar a figuras pagan sueldos en moneda extranjera y la mayoría de sus ingresos son en pesos.

Son días agitados en el país. La crisis cambiaria generó una fuerte incertidumbre en la economía. Y las consecuencias de la suba del dólar también golpearon a nuestros clubes. El panorama es poco alentador para la Superliga: menos estrellas para contratar, menos extranjeros de nivel tentados a venir y la venta de las figuras de turno para costear la tesorería será el recurso y el método para sobrevivir. Puede haber alivio en los que tienen cuotas en dólares por cobrar, y preocupación en las que tienen deudas a saldar en moneda extranjera en el corto plazo. ¿Todos los grandes están en la misma situación? ¿Qué pasa en los equipos chicos? ¿Aumentarán las cuotas sociales? ¿Y las entradas? Los gajos de la pelota se pusieron verdes.

La mayoría tiene gran parte de sus ingresos en pesos, ya sea por cuotas sociales y sponsors, entre otros rubros. Y si bien la porción más importante de los egresos es en pesos, algunos tienen gastos por contratos dolarizados o indexados al valor de la divisa estadounidense. Por lo tanto, para conseguir ingresos en moneda extranjera, la única salida es la venta de jugadores (salvo en Boca y en River, cuyos acuerdos con los auspiciantes también están en dólares). Por eso en el próximo mercado de pases no solo resultará difícil contratar jugadores del exterior, sino que se profundizará el éxodo. Y eso, indefectiblemente, acarreará una merma en el nivel de la Superliga.

“Va a ser imposible contratar jugadores del exterior”, admitió Daniel Angelici, presidente de Boca, el club con mayor superávit del país, capaz de sostener contratos que superan el millón de dólares pero que se fijaron con un tope de $ 24 por dólar proyectado a 2019. Hoy el dólar vale $ 37,40, y más de un futbolista está inquieto por renegociar su vínculo. Claro: Boca tiene ingresos monstruosos en dólares y su economía tiene un poco más de oxígeno.

Hay contratos en pesos, pero con primas ajustables al dólar. En el caso de los extranjeros ocurre esto último. Por eso serán los primeros que se sentarán a renegociar. Boca tiene a los colombianos Sebastián Pérez, Frank Fabra, Edwin Cardona, Sebastián Villa (fue el último en llegar, con el dólar más actualizado) y a los uruguayos Lucas Olaza (igual que Villa) y Nahitan Nandez.

Los colombianos de Boca, candidatos a emigrar a fin de año.

Los colombianos de Boca, candidatos a emigrar a fin de año.

En este contexto no queda otro remedio que salir a vender. Es probable que a fin de año transfieran a Nandez, Barrios y Pavón y la intención es recaudar más de 60 millones de dólares entre los tres, aunque la devaluación del peso ahora juega a favor de los compradores, que comenzarán a pulsear para bajar sus cláusulas de rescisión.

Los planes de pago están en dólares en algunos casos, pese a que por contrato figuren en pesos y Boca tiene reservas en la divisa estadounidense. Es que la mayoría de los ingresos por sponsorización están en verde y representan cerca del 30 por ciento del presupuesto. Qatar Airways paga US$ 7 millones anuales; Axion, US$ 3,5 millones; y Axe, US$ 2 millones; mientras que Río Uruguay Seguro acordó un canon en pesos.

En moneda argentina, según consta en el balance, a Boca ingresaron en 2017, 840.372.750 de pesos por sponsors, publicidad, concesiones y cuotas sociales. Está cerca de duplicarse en el cierre del próximo ejercicio. Sin embargo, en dólares pierde valor. El año pasado ese dinero representaba US$ 48 millones. Este año, los más de $ 1.680 millones que ingresarían, equivalen a cerca de US$ 45 millones.

En River ya hubo un impacto previo. Por las turbulencias económicas, el fideicomiso, que está aprobado por la Comisión de Valores quedó en stand by. La dirigencia consideró que las condiciones del mercado no eran las adecuadas.

Según pudo averiguar Clarínen Núñez hay mucha preocupación. Y no es para menos. Tiene US$ 15 millones pendientes de pago por cuotas de jugadores adquiridos. Uno de ellos es Lucas Pratto, quien fue comprado al San Pablo en casi US$ 14 millones a principios de año.

Además, los contratos de los futbolistas y el cuerpo técnico están indexados al valor actual del dólar. Y si bien hay ingresos en moneda extranjera por venta de jugadores o por el contrato de Adidas, la mayoría de los ingresos del club son en pesos.

En Independiente los sueldos de los jugadores están pesificados, pero pueden surgir problemas por las actualizaciones. Es que los más antiguos tienen firmado un dólar a 16 pesos, mientras que los últimos a 24 pesos. Van a llegar los reclamos.

Cuando el dólar queda muy desfasado no queda otra que renegociar”, aseguró el secretario general del club, Héctor Maldonado. Y agregó: “Afortunadamente no están en dólares, el último que cobraba una parte en esa moneda era Diego Rodríguez, que ya no está”. Hay cuotas que tienen que pagar aún por los pases de Silvio Romero y Fernando Gaibor, pero también deben ingresar divisas por las ventas de Ezequiel Barco y Nicolás Tagliafico. “Preferimos no cobrarlas aún hasta que se estabilice la situación”, admitió el mismo dirigente del Rojo.

Silvio Romero festeja en Japón. El Rojo todavía debe abonar parte de su pase. En dólares.

Silvio Romero festeja en Japón. El Rojo todavía debe abonar parte de su pase. En dólares.

En Racing el problema puede acentuarse porque la gran mayoría de los contratos están cotizados al valor dólar, algunos con tope y otros sin tope salarial. “Esto nos pone en una posición claramente exportadora”, sostuvo un miembro de la Comisión Directiva del club de Avellaneda. Lo que más repercutió en el día a día, por ahora, fueron los aumentos de las tarifas de los servicios públicos.

San Lorenzo, por su parte, fue austero en el último mercado de pases. Y si bien esa decisión puede atentar en lo futbolístico, trajo aire en su economía. “Fuimos bastante criticados por nuestra austeridad, pero nos veíamos venir que la situación económica del país se iba a complicar y que íbamos a tener una caída de las cuotas sociales. En base a eso, salimos de todas las deudas que teníamos en dólares. Lo que sí tenemos es algunos contratos dolarizados, pero la mayoría de ellos con tope. Esa va a ser una complicación recién en diciembre al momento de renegociar”, explicó Matías Lammens, presidente del club.

Matías Lammens apostó a la austeridad y le salió bien.

Matías Lammens apostó a la austeridad y le salió bien.

En Huracán, salvo los extranjeros, el resto de los sueldos están en pesos. Y la crisis puede afectar en las compras que se hicieron recientemente, contaron desde Parque Patricios.

Para el resto de los equipos, las mayores complicaciones están en el día a día, con los aumentos de las tarifas y en la generación de los ingresos, que son mayoritariamente en pesos. Hay una pérdida de lo que entra, pero también sienten algo de alivio al no tener demasiados compromisos en dólares.

En Gimnasia y Esgrima La Plata, por ejemplo, son 3 o 4 los contratos en dólares con tope conforme a la variación del 20%. Los casos comprenden básicamente a los extranjeros cuyo salario mensual ronda los 6.000 dólares promedio, aproximadamente. Eso sí, agradecen haber entrado en el momento justo en convocatoria de acreedores. “Afortunadamente nos favoreció porque cuando el juez reconoció la deuda lo hizo con un dólar mucho menor al actual”, afirmó el presidente Gabriel Pellegrino.

A Estudiantes esta crisis lo tomó en medio de la remodelación de su estadio. “Hemos contraído deuda con un dólar a menor valor. Pero igual hay costos extras que se fijan al precio actual que de todos modos son negociables”, contó Juan Prates, prosecretario de Finanzas. Con los jugadores fijaron los contratos en pesos con una cláusula gatillo en caso de ajuste, pero reconocen que si la divisa se escapa tendrán que renegociar.

A Estudiantes se le encarecerá el pago del crédito para terminar su cancha.

A Estudiantes se le encarecerá el pago del crédito para terminar su cancha.

En Lanús no hay contratos firmados en dólares en el plantel. Y tienen dinero por cobrar de cuotas pendientes de las últimas ventas, todas en dólares, según informó el vicepresidente Luis Chebel. Eso sí, su presidente Nicolás Russo había reconocido días atrás: “Tuvimos que hacer un ajuste económico importante a fin del año pasado y dimos 19 contratos de baja porque corríamos riesgo de no poder pagar los sueldos”.

Ni en Defensa y Justicia ni en Banfield, por ejemplo, hay contratos en moneda extranjera. “La crisis está afectando la cadena de pagos. Y eso se nota en la asistencia a la cancha, la compra de abonos y de palcos. No es momento de aumentar la cuotas sociales. No es una pavada que el dólar suba de 30 a 40 en 48 horas. Te obliga a gestionar todo el tiempo y ver cómo se organiza la ingeniera económica. Lo único positivo a clubes exportadores como nosotros es en la venta de jugadores”, sostuvo Eduardo Spinosa, presidente de Banfield.

Tanto Talleres como Belgrano informaron a Clarín que tampoco poseen contratos en dólares. Los dos clubes tampoco han dolarizado los contratos con los auspiciantes y descartaron incrementar las cuotas societarias. “Todos cobran en pesos y recibimos dinero en pesos de los sponsors”, comentó Juan Carlos Olave, gerente deportivo de Belgrano. Por su parte, el presidente de Talleres, Andrés Fassi, manifestó: “Los contratos con el plantel y el cuerpo técnico no están dolarizados: todo se hizo en pesos. En eso no hay ningún problema. Tampoco con los 30 empresas que tenemos como sponsors. Todo en pesos”.

Curiosamente, en Patronato hay dos jugadores que tienen su contrato en dólares, con los que establecieron un piso de 26 pesos y un techo de 31. Y tienen en dólares el alquiler de los GPS que usan los jugadores en las prácticas. Con esa empresa hay una cláusula en el contrato que indica que si el dólar supera los $40 se puede rescindir el convenio firmado, aun habiéndolo pagado por adelantado.

Boca, River e Independiente apuestan a generar recursos con la Copa Libertadores.

Boca, River e Independiente apuestan a generar recursos con la Copa Libertadores.

Para los clubes que juegan la Copa Libertadores, ganarla ya no sólo será una obsesión futbolística. También, económica. El equipo que alce ese trofeo este año se llevará casi once millones de dólares. En contrapartida, el de la Copa Argentina, al ser en pesos, quedará devaluado. El ganador habrá acumulado 12 millones de pesos. Hace un mes equivalían a unos 440 mil dólares (con el dólar a $ 27,30) y ahora a 332 mil dólares (a $ 37,40).

Un representante de jugadores también aportó su mirada a esta problemática. “Lo primero que va a pasar es que los clubes se vean obligados a vender porque no van a poder sostener los contratos. Y en breve habrá un serio problema con las renovaciones, sobre todo con aquellos jugadores a los que le quede un año de contrato, lo cual va a provocar muchos jugadores libres y alterará la economía de los clubes. Como cualquier empresa del mundo, cuando hay una devaluación, el club sufre una disminución de su capital. A los jugadores les convendrá emigrar a otro país y van a crecer mucho otros mercados de Sudamérica como por ejemplo Chile y Brasil, que van a tener más fuerza”, explicó Juan Cruz Oller, propietario de Oller Group y agente con experiencia en el mercado europeo.

Otra complicación puede aparecer con las cláusulas de rescisión. Ante la necesidad de los clubes argentinos y conociendo la precaria situación económica, desde el exterior podrían especular y ofrecer menor dinero que el de las cláusulas, lo podría hacer bajar sus valores.

¿Cómo salir de este laberinto económico? Así como los costos en el país se trasladan a aumentos, en los clubes muchas veces se traduce en incremento de las cuotas sociales (que oscilan entre los 400 y los 800 pesos de acuerdo a cada club). La mayoría, por ahora, no piensa aumentarla porque ya lo hizo a principios de año. Pero hay otros clubes, como  Unión, donde reconocieron que más temprano que tarde va a subir la cuota social. El crecimiento del éxodo de jugadores será inevitable, pero traerá divisas de las ventas. Y se abre la posibilidad del naming para los estadios. De hecho, Argentinos Juniors ya lo hizo y ahora se llama “Autocrédito Diego Armando Maradona”, a cambio de un total de dos millones de dólares hasta el final del mandato del actual presidente, Cristian Malaspina, en diciembre de 2019.

La AFA, por su parte, autorizó el aumento de las entradas generales a un tope de 400 pesos. ¿Podrá seguir tomando medidas para que los clubes respiren económicamente y el nivel de la Superliga no caiga? ¿O será rehén de la situación económica que atraviesa el país?

Lo que sí ya tiene respuesta es que los clubes, de una buena vez y tal vez empujados por este sacudón, tendrán que pensar en no atar sus economías al valor del dólar. No será fácil en un mercado global como el del fútbol, pero será clave para no hipotecar sus futuros.

Informes: Nahuel Lanzillotta, Maximiliano Uría, Mario Rueda, Ramón Gómez, Cristian Gómez y Erico Vega.

Fuente: Clarín

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