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Alberto Fernández relega la CELAC para alinearse con Lula y elabora un plan para reflotar la UNASUR

Alberto Fernández relega la CELAC para alinearse con Lula y elabora un plan para reflotar la UNASUR

El Gobierno apoyó el cambio de la presidencia pro tempore del bloque para priorizar el acercamiento con Brasil y una agenda interna en la Argentina.

Hasta hace pocos meses dentro del Gobierno primaba el entusiasmo de poder renovar el mandato pro tempore de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) para encarar un 2023 con una agenda internacional intensa y con un alto perfil de Alberto Fernández en el exterior, como terminó ocurriendo el año pasado.

En esta estrategia se escondía también el anhelo de que en el segundo semestre del año, con España al frente del Consejo de la Unión Europea (UE), finalmente pudiera avanzar el acuerdo de libre comercio Mercosur-UE, hoy estancado por internas políticas en América Latina, pero sobre todo en Europa. Parece difícil.

Pero ahora, todo cambió. Desde que Luiz Inácio Lula da Silva ganó la presidencia de Brasil para cumplir su tercer mandato, en el Gobierno empezaron a ver con mejores ojos la idea de acercarse más al líder del Partido de los Trabajadores y afianzar una relación estratégica y vital para la Argentina.

Con su nuevo liderazgo, Lula quiere reflotar los fotos regionales que existieron durante sus dos primeras presidencias. (Foto: Télam)
Con su nuevo liderazgo, Lula quiere reflotar los fotos regionales que existieron durante sus dos primeras presidencias. (Foto: Télam)

Parte del acercamiento de Alberto Fernández a Lula se traduce en apoyar la resurrección de la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR), un foro constituido en 2008 y que quedó paralizado en 2018 cuando Mauricio Macri, Sebastián Piñera, Jair Bolsonaro y el resto de los mandatarios más cercanos a la derecha que gobernaban en aquel momento crearon el Foro para el Progreso de América del Sur (PROSUR).

En busca del consenso para el cambio de la presidencia

Por decantación, apoyar la reconstrucción de la UNASUR significa relegar en importancia a la CELAC. No tiene sentido empoderar a los dos foros. Tampoco significa dejar de lado la agenda hacia América Latina. Desde Cancillería repiten que, por el contrario, la idea es afianzar el vínculo con los socios regionales, y ese camino podría realizarse a través de la UNASUR.

En este contexto, en la última semana desde Casa Rosada trabajaron con intensidad para alcanzar un consenso unánime para que los 33 países miembro de la CELAC elijan a San Vicente y las Granadinas como nuevo presidente pro tempore del bloque. Como finalmente sucedió. Sin consenso de los países, no hay nuevo presidente. Por eso el Gobierno nacional necesitaba que todos estén de acuerdo.

El pequeño país caribeño venía pidiendo este nuevo cargo desde que el año pasado se negoció el apoyo en bloque para que la Argentina ejerza la presidencia durante el 2022. El acuerdo implícito entre las partes daba cuenta de que después de Alberto Fernández, el nuevo líder de la CELAC llegaría de un país caribeño.

El interés de Lula y la agenda interna de Alberto Fernández

Una de las primeras medidas que adoptó Lula da Silva fue reincorporar a Brasil a la CELAC, hecho que se concretó casi al mismo tiempo que ocurría la toma a los edificios del poder del Estado en Brasilia. Fue un gesto hacia Alberto Fernández, para la región y, sobre todo, para diferenciarse de su antecesor Jair Bolsonaro, quien en 2020 retiró a Brasil del bloque para boicotearlo.

La Argentina tuvo un acercamiento inmediato con Lula después de que ganó las elecciones presidenciales. (Foto: AP/Gustavo Garello)
La Argentina tuvo un acercamiento inmediato con Lula después de que ganó las elecciones presidenciales. (Foto: AP/Gustavo Garello)

Pero en el fondo, lo que Lula busca es reimpulsar la UNASUR, aquel bloque que nació en los años de apogeo político y económico de las potencias sudamericanas. Fue un impulso de poder que el líder del PT tuvo en aquel momento y ahora quiere rediseñarlo con bajo el nuevo contexto internacional, muy distinto al del 2008.

En este sentido, la Argentina apoyará las ambiciones de Brasil y se despegará un poco más de México. Alberto Fernández y Andrés Manuel López Obrador tuvieron algunos distanciamientos. AMLO decidió no venir a la cumbre actual y su canciller, Marcelo Ebrard, tampoco participó de la reunión de cancilleres de la CELAC organizada por Cafiero en octubre.

Por su parte, desde el entorno de Alberto Fernández reconocen que en un año electoral mantenerse como presidente de la CELAC puede dar lugar a críticas como las que ocurrieron la última semana de darle lugar a dictaduras y gobiernos autoritarios. Con el objetivo de no perder la presencia internacional que acumuló el año pasado, el Presidente se enfocará más en una agenda local.

Fuente: Infobae