Ahora 30: llega el plan para comprar electrodomésticos
Se aplicará exclusivamente a productos como cocinas, heladeras y lavarropas. Además, habrá un Ahora 24 y seguirán las 12 y 18 cuotas.
Finalmente, el Gobierno y los bancos están a un paso de cerrar un acuerdo y relanzar un programa Ahora 12 recargado con 30 y 24 cuotas. El rubro elegido para el Ahora 30 es el de línea blanca, el que permite comprar electrodomésticos.
El plan está enfocado específicamente a la compra de productos de “línea blanca”, como cocinas, heladeras, lavarropas, y lavavajillas. Y el objetivo es incentivar el consumo, sobre todo en los meses previos a las elecciones.
Encabezaron las negociaciones la secretaria de Comercio Interior, Paula Español, junto al titular del Banco Central, Miguel Pesce, y el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas. Estiman que el Ahora 30 arrancaría la semana que viene y la idea sería extenderlo hasta fin de año.
Fuentes cercanas a la negociación, comentaron a Clarín que aun se revisan los últimos detalles, pero aseguran que está prácticamente cerrado y la semana próxima podría haber un anuncio oficial.
Para llegar al entendimiento, el Gobierno tuvo que darle algunos beneficios a los bancos, como un ajuste de tasas, que pasarán del 25% actual al 29% anual en pesos para ese plan y aumentar la “franquicia” que reciben las entidades que vuelquen más recursos al plan Ahora 12.
El jueves, el Banco Central sancionó una normativa que extiende del 6% al 8% el cupo que los bancos pueden dedicarle a este programa con beneficios en encajes, es decir, la parte de los depósitos que los bancos deben depositar en el BCRA como resguardo y que quedan inmovilizados. Entonces, los que más presten podrán disponer de mayor liquidez para comprar Leliq al 37% anual con parte de ese efectivo mínimo.
El plan Ahora 12 vence este sábado 31 y aunque descuentan que quedará renovado, advierten que no se sumarían nuevos rubros, como se barajaba estos días.
Ahora 12 y las ventas
Según datos de CAME, las ventas minoristas acumularon durante el primer semestre un alza interanual del 15%, pero aún están 13% abajo del mismo período de 2019 a precios constantes.
A este pedido se suma el de los fabricantes de celulares que le piden al Gobierno que vuela a incluir dentro del programa a los aparatos de baja gama.
El último dato actualizado muestra que entre enero y abril de este año las ventas hechas con este programa alcanzaron los $ 232.407 millones.
En marzo, el programa tuvo un pico en marzo cuando la facturación llegó a los $70.000. En abril, cuando se renovó el plan, las cosas cambiaron: se eliminó el período de gracia de tres meses que regía desde la cuarentena de 2020 y se acortaron las cuotas para indumentaria y calzado. Además, los celulares quedaron fuera de los esquemas de financiación.
Esto hizo que en abril, el último mes con información disponible, la facturación cayera 22%, a $54.000 millones.
Es de destacar que las negociaciones entre el los funcionarios de Producción, el Central y los bancos fueron muy tirantes durante varios días. Los bancos no querían seguir financiando el programa de consumo a las tasas que estaba vigentes. Su argumento: tienen una cartera de créditos con una parte importante pactada a las tasas tope fijadas por el Banco Central. Y aunque muchos bancos se benefician por la liquidez barata de las cuentas a la vista (caja de ahorro y cuenta corriente) en otras entidades esa ventaja es muy acotada o nula
Lo cierto es que en los últimos meses la rentabilidad del sistema financiero se ha ido acotando y hay muchas entidades que están apenas por arriba de la línea de flotación.
Un reciente informe de la consultora Econviews muestra que con las tasas máximas para tarjetas de crédito que fijo el Gobierno, más la obligación de dar préstamos al sector privado, las ganancias de las entidades financieras es la menor desde 2011.
La pandemia también pegó sobre las entidades. Al tener las sucursales cerradas durante varios meses y con las operaciones presenciales hoy restringidas solo a los clientes con turno se les achicaron las chances de vender servicios adicionales.
Por estas razones los bancos dicen que no hay margen para seguir con este tipo de programas, como el Ahora 12. Pero a la vez reconocen que la suya es una queja que cae en tierra árida, ya que el Gobierno les deja poco espacio de negociación.
A diferencia de los defensores del programa que piden a viva voz que se los incluya, tal como hace la Cámara de Comercio o AFARTE, los bancos no quieren levantar el tono. “Nosotros le decimos al Gobierno lo que ellos ya saben: no se pueden mantener .y menos extender- estos planes de financiación con estas tasas. Pero no obtenemos respuesta”, deslizan en una entidad privada.
Fuente: Clarín