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Se conoció el borrador de la nueva Constitución de Cuba

Se conoció el borrador de la nueva Constitución de Cuba

El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, anunció la publicación del borrador de la nueva Constitución de la isla caribeña, que opera tímidos cambios respecto a la vigente, elaborada en 1976 a imagen y semejanza de la soviética.

“La nueva Constitución ya está en nuestros periódicos, en nuestras redes sociales, en nuestras manos”, anunció el líder cubano en su cuenta oficial de Twitter.

Además, “en el transcurso de la próxima semana, Correos de Cuba pondrá a la venta en todas sus unidades y estanquillos de prensa” el borrador de la nueva al precio de un peso, según informó el diario oficial Granma.

Una persona conversa con un taxista en La Habana (EFE).

Una persona conversa con un taxista en La Habana (EFE).

El proceso de elaboración de la nueva Carta Magna comenzó el año pasado y culminará con el referéndum del 24 de febrero, en el que los cubanos la ratificarán o rechazarán. “Votaremos ‘sí'”, señaló Díaz-Canel.

La redacción de un nuevo texto constitucional es la principal tarea que Raúl Castro dejó pendiente a su sucesor tras la histórica transición de poder que tuvo lugar el pasado mes de abril.

Sin embargo, traerá pocos cambios. Así, ratifica el “carácter irrevocable” del socialismo y mantiene al Partido Comunista como “el poder político superior de la sociedad y del Estado” cubano.

Un grupo de personas hacen cola para subir a un ómnibus en La Habana (EFE).

Un grupo de personas hacen cola para subir a un ómnibus en La Habana (EFE).

En la rama ejecutiva se producirá una remodelación por la cual el poder, que actualmente ostenta el presidente, como jefe del Gobierno y del Estado, se dividirá con la creación de la figura del primer ministro.

Bajo la nueva estructura, el presidente se mantendrá como jefe del Consejo de Estado, con poderes legislativos, y del Consejo de Ministros, con poderes ejecutivos, pero el peso del Gobierno recaerá sobre un primer ministro propuesto por el presidente y elegido por la Asamblea Nacional.

El presidente tendrá un límite de dos mandatos y para acceder al primero no podrá superar los 60 años, tal y como había sugerido Castro. El primer ministro, en cambio, no tendrá ninguna de estas restricciones.

Un grupo de personas caminan frente a un graffiti con la imagen de Fidel Castro en La Habana (EFE).

Un grupo de personas caminan frente a un graffiti con la imagen de Fidel Castro en La Habana (EFE).

En materia de derechos, tampoco se aprecian modificaciones relevantes. Por ejemplo, se reconoce la propiedad privada, pero bajo la premisa de que “solamente puede tender un papel complementario en la economía”, que conservará el modelo de planificación socialista.

Contempla pequeños avances, tales como el derecho al ‘habeas corpus’ y una declaración de respeto “a las libertades de pensamiento, conciencia y expresión”. También permitirá a los ciudadanos cubanos reclamar compensaciones por los daños provocados por agentes del Estado y pedir la rectificación y protección de sus datos personales.

El borrador se ha sometido a un debate público y parlamentario que ha provocado más de 700 cambios. El más llamativo es el que ha frenado el reconocimiento del matrimonio como “la unión entre dos individuos”, lo que habría supuesto legalizar los enlaces homosexuales, debido a la oposición de grupos religiosos.

Personas en un punto de venta de carne  en La Habana (EFE).

Personas en un punto de venta de carne en La Habana (EFE).

En el caso de que la Constitución sea avalada en el referéndum del 24 de febrero, dará paso a otro proceso electoral, tras el celebrado entre 2017 y 2018 para configurar la Asamblea Nacional que reemplazó a Castro por Díaz-Canel.

La Asamblea Nacional tendrá que elaborar una nueva ley electoral en el plazo de seis meses tras la promulgación de la Carta Magna y en los tres meses siguientes tendrá que elegir al presidente, al vicepresidente y a los miembros del Consejo de Estado de entre sus diputados.

Díaz-Canel podrá ser reelegido como presidente pero entonces tendrá que compartir sus poderes ejecutivos con el primer ministro.

Fuente: Clarín

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