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River no pudo con Independiente Santa Fe y sólo empató

River no pudo con Independiente Santa Fe y sólo empató

El millonario no logró romper el métodico cerrojo colombiano y se quedó con un insípido empate.

Cuando todo era crecimiento y los rendimientos parecían volver a su lugar, River se quedó sin el fútbol que venía mostrando. Pero, casualmente, fue en el partido que más lo necesitó. Un sólido, concentrado y áspero Independiente Santa Fe trabó el juego, cerró sus líneas y consiguió el punto que vino a buscar. Mientras que el equipo de Marcelo Gallardo no tuvo esa soltura necesaria para romper un duro cerrojo y terminó sumando su segundo empate consecutivo en la Copa Libertadores.

Para la primera noche copera del año en el Monumental, River repitió el esquema 4-3-1-2 y mantuvo los once titulares que le habían ganado a Boca por la Supercopa y a Defensa y Justicia en el último partido de la Superliga. Y aunque Gallardo había declarado que hoy su equipo iba a jugar mejor que en Florencio Varela, el desarrollo del juego, las limitaciones millonarias y el conservador planteo del visitante le impidieron lograrlo.

Es sabido que Pity Martínez es el arma más importante del Millonario en ataque, pero ante un contexto que obligaba a la resolución en poco espacio y sin demasiado tiempo, era una necesidad imperiosa contar con jugadores que estuvieran cerca suyo para asociarse. Y eso faltó: hubo poco de Nacho Fernández y Enzo Pérez en ataque, y recién el ingreso de Juan Quintero faltando 32 minutos le dio un poco más de vértigo y profundidad al equipo.

River quedó en el segundo puesto del grupo D, al igual que Independiente Santa Fe. Ambos cuentan con dos puntos, detrás de Flamengo, que tiene cuatro, y por encima de Emelec, que suma uno.

Más allá de eso, no hubo demasiadas ideas ni luces y el duelo estuvo muy lejos de ser entretenido. La fricción y la disputa por la pelota fueron protagonistas exclusivos: River cometió 19 faltas e Independiente Santa Fe, 25. Números demasiado altos en comparación a lo habitual. Claro, el equipo visitante apostó siempre a un contragolpe y se replegó bien, tapando espacios en terreno propio cuando el Millonario buscó hacerle daño. El reflejo son los 17 remates (cinco a puerta) y 507 pases del local, que se contraponen contra los cinco tiros y 200 pases del visitante (uno a puerta).

Lo cierto es que River careció de profundidad a la hora de tener la pelota y en el primer tiempo solo tuvo una ráfaga furiosa de cuatro minutos en la que contó con sus únicas llegadas de peligro: el arquero Zapata le sacó un buen tiro libre a Mora a los 34 y un disparo a Enzo Pérez a los 36, y Pinola sorprendió a los 38 con un remate de zurda en un rebote del córner que pasó por encima del travesaño. Luego, en el segundo, solo contó con una gran jugada de Quintero que desperdició Pratto con un mal remate, y un tiro libre del colombiano que sacó el arquero.

En la próxima fecha, River visitará a Emelec el jueves 19 de abril en Guayaquil, mientras que el día anterior los colombianos viajarán a Río de Janeiro para medirse con Flamengo.

Del otro lado, los colombianos tuvieron su chance en el único disparo a puerta, que salió de los pies de Tesillo y rechazó con grandes reflejos Franco Armani. Pese a eso, el partido siempre tuvo la sensación de que, si aceleraban y coordinaban mejor los contragolpes desperdiciados, podrían haber llegado con peligro al área. Distintas malas resoluciones en tres cuartos de cancha los dejaron sin esa posibilidad.

Tras igualar 2-2 con Flamengo en Brasil, el segundo empate le sabe a poco a River por haber sido el primer juego en el Monumental y por no poder confirmar la levantada tanto en el nivel como en los resultados que venía mostrando. Pero también sabe que deberá aprender a sobrepasar partidos y rivales así, un clásico de la Copa Libertadores.

Fuente La Nación

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