Boca le ganó a Talleres y acaricia el título

Boca le ganó a Talleres y acaricia el título

Otra vez en el descuento Boca puso el 2-1. Y Pablo Pérez se descontroló en el festejo insultando a parte de la platea. Con este triunfo, nueve de diferencia a Talleres.

Tremendo final. Otra vez en el descuento, como con Tigre. Partido de campeón, de campeonato. El de Pablo Pérez contra Talleres, con el muslo, para el 2-1 y los nueve puntos de diferencia con el segundo. Descarga plena de Guillermo desde el banco, festejando como en su época de jugador. De los jugadores y especialmente del volante que hizo el gol, repartiendo insultos para parte de la platea. Fue a lo Boca este triunfo trabajado, difícil, sufrido.

Boca estaba empatando otra vez por un error de pelota parada, le marcó Talleres en el final del PT, golpe psicológico. Pese a eso, seguía empujando en el final, buscaba el gol ganador aunque mantenía la diferencia de seis puntos. Sabía que tenía la chance de pegar el KO y llegó por un centro, un cabezazo de Magallán, un centro de Wanchope y Pablo Pérez que la metió con el corazón.

Fiesta total en la Bombonera. Era así cuando Pavón se mandó un jugadón y metió el 1-0. Y parecía que se venía el 2-0 con un Boca superior. Pero pasó lo mismo que otras veces: desconcentración en el juego aéreo y 1-1. Y a remarla de nuevo contra un rival que poco tenía que perder, más allá de que debía ganar para descontar. ¿Qué tuvo este Boca sin Tevez ni Cardona? A un Pavón que no se cansó de correr y gambetear por izquierda, a un Barrios gladiador y a un equipo que siempre intentó; con limitaciones, sin encontrar espacios en la última media hora contra un talleres replegado que esperaba la contra.

De tanto buscarlo llegó el 2-1 que es un gran paso al título. Y ese festejo provocativo de Pérez, y el salto de Guillermo, el desahogo de todos. Porque el líder, pese a los golpes, pese a la barra, pese al duro golpe de River, está vivo.

Fiesta total en la Bombonera. Era así cuando Pavón se mandó un jugadón y metió el 1-0. Y parecía que se venía el 2-0 con un Boca superior. Pero pasó lo mismo que otras veces: desconcentración en el juego aéreo y 1-1. Y a remarla de nuevo contra un rival que poco tenía que perder, más allá de que debía ganar para descontar. ¿Qué tuvo este Boca sin Tevez ni Cardona? A un Pavón que no se cansó de correr y gambetear por izquierda, a un Barrios gladiador y a un equipo que siempre intentó; con limitaciones, sin encontrar espacios en la última media hora contra un talleres replegado que esperaba la contra.

De tanto buscarlo llegó el 2-1 que es un gran paso al título. Y ese festejo provocativo de Pérez, y el salto de Guillermo, el desahogo de todos. Porque el líder, pese a los golpes, pese a la barra, pese al duro golpe de River, está vivo.

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