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A 45 años de “La noche de los lápices”, una de las páginas más negras de la dictadura militar

A 45 años de “La noche de los lápices”, una de las páginas más negras de la dictadura militar

En el Día de los derechos de los estudiantes secundarios, se recuerda la serie de secuestros, torturas y asesinatos de adolescentes ocurrido a días de la primavera del año 1976.

Lo que hoy se conoce como “La noche de los lápices” fue parte del plan represivo puesto en marcha durante la dictadura de 1976. El año anterior, en 1975, los estudiantes dieron una lucha social que tenía que ver con el boleto escolar secundario.

Durante septiembre de ese año en La Plata y, también otras ciudades del país, se realizaron movilizaciones donde participó una gran cantidad de jóvenes. Y fue justamente en la capital de la provincia de Buenos Aires donde a partir del reclamo se logró una tarifa diferencial para los estudiantes secundarios.

Afiche callejero elaborado en 2019 por la Comisión Provincial por la Memoria. Foto: Comisión Provincial por la Memoria
Afiche callejero elaborado en 2019 por la Comisión Provincial por la Memoria. Foto: Comisión Provincial por la Memoria

La Ciudad de La Plata era de las ciudades universitarias más importantes de Argentina. Nacieron y se desarrollaron allí muchas organizaciones políticas que buscaban nuevos derechos y nuevas reivindicaciones a nivel social.

Uno de esos derechos se había logrado en 1975, pero traería lamentables consecuencias al año siguiente con la instaurada dictadura militar, que llegó para desarticular cualquier acto de militancia e ideología política diferente a la impuesta por el gobierno de facto.

A 45 años de “La noche de los lápices”, una de las páginas más negras de la dictadura militar

En la década del ‘70, los y las estudiantes del nivel secundario se nucleaban principalmente en la Unión de Estudiantes Secundarios (UES) -vinculada a Montoneros- y en la Juventud Guevarista (JG) -vinculada al Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT). También pertenecían a la Federación Juvenil Comunista (FJC); la Juventud Socialista (JS); al Grupo de Estudiantes Socialistas Antiimperialistas (GESA); y a la Juventud Radical Revolucionaria (JRR).

Una noche de septiembre del año 1976, precisamente el 16 de ese mes, el grupo de tareas de la policía bonaerense, quien tenía al mando a Ramón Camps, llevó a cabo un operativo en el cual fue secuestrados un grupo de jóvenes, Claudia Falcone (16 años), Francisco López Muntaner (16 años), María Clara Ciocchini (18 años), Horacio Ungaro (17 años), Daniel Racero (18 años) y Claudio de Acha (18 años).

Días después continuaron la tarea Emilce Moler (17 años) y Patricia Miranda (17 años), el 17 de septiembrePablo Díaz (19 años), el 21 de septiembre. Gustavo Calotti (18 años) había sido secuestrado días antes, el 8 de septiembre.

De aquel grupo, únicamente cuatro sobrevivieron. El resto integran la triste lista de alrededor de 340 adolescentes de todo el país -de entre 13 y 18 años- que fueron secuestrados, detenidos, desaparecidos y asesinados.

“Lo predominante era atribuir aquel operativo a la lucha por el Boleto Estudiantil Secundario. Esa movilización fue muy importante, pero había ocurrido con anterioridad, en 1975, y a nosotros nos detuvieron por ser militantes de la UES”, cuenta Emilce Moler, una de las sobrevivientes.

Es otra parte negra de la historia de Argentina que cargó con la desaparición de tantos jóvenes que tenían el sueño de un país más justo. Lucharon por sus derechos y tuvieron la desgracia de pensar políticamente diferente a lo que en aquel momento se imponía desde la dictadura. Fueron al frente y persiguieron sus convicciones con la seguridad de lograr lo que tanto añoraban. Ya el año anterior habían logrando lo del boleto estudiantil, al menos algo se logró y por eso siempre estarán en la memoria colectiva de un país a que a veces suele olvidarse de lo importante que son los derechos ciudadanos.

En el año 1998, la Ley 10.671 instituyó el 16 de septiembre como el Día de los Derechos de los Estudiantes Secundarios, con la intención de poner en valor su rol como sujetos políticos.

Fuente: TN

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